
Curiosamente, durante tu embarazo vas a tener diferentes condiciones con respecto a tu ciclo de sueño. Durante los primeros meses, es normal que duermas mucho, mientras que en los últimos el insomnio suele hacerse presente ¿Por qué sucede esto, y cómo se puede controlar?
El sueño durante el primer trimestre de embarazo
Uno de los síntomas más comunes de las mujeres embarazadas durante el primer trimestre de la gestación son las náuseas matutinas y mucho sueño. Esto sucede por el cambio hormonal que tu cuerpo está teniendo, y es lo más natural del mundo.
Tu cuerpo está ocupado en fabricar la placenta, y cada cambio del bebé sucede sumamente rápido. Desde la división celular y organización de los cromosomas hasta el desarrollo de todos los sistemas, del organismo de tu pequeño se realiza de una forma acelerada, y puede que tu sistema simplemente quiera ponerte a dormir para ocuparse de todo este nuevo trabajo.
Para controlar la situación, sobre todo si trabajas fuera de casa, es importante que consultes con tu médico, quien por lo general te recetará ácido fólico y sulfato ferroso para combatir esta situación y prevenir la anemia gestacional.
Segundo trimestre, tu plácido sueño.
De los 3 a los 6 meses de embarazo es muy posible que te sientas llena de energía. Los malestares matutinos suelen disminuir e incluso desaparecer, además, en general tu cuerpo se equilibrará porque la formación rápida del bebé se frenará, y ya los cambios se presentarán en general cada mes.
En este espacio tu sueño se equilibra, además, tu hijo no estará demasiado grande, y podrás pasar tus noches durmiendo plácidamente. Seguramente encontrarás que sientes más comodidad cuando reposas de medio lado, y de hecho, hacia final del sexto mes descubrirás que tu bebé suele tener un lado favorito para dormir.
Último trimestre, a combatir el insomnio
A partir del sexto mes de gestación, comenzará a variar tu ciclo de sueño, básicamente porque tu bebé estará más activo, y en ocasiones esto suele suceder por la noche. En primer lugar, no pierdas la calma.
Si estás molesta o nerviosa, tu bebé lo percibirá y tendrá un ciclo aún más activo. Trata de hacer ejercicios de respiración, hasta sentir que estás calmada y busca una posición adecuada para que duermas con mayor tranquilidad.
Es muy posible que tu sueño se vea interrumpido por la necesidad de orinar con mayor frecuencia, ya que tus riñones estarán trabajando más de lo normal, y además el tamaño del bebé dejará menos espacio para la vejiga.
En este caso trata de cenar más temprano, así te asegurarás de acostarte ya habiendo ido al baño varias veces, y, además, no camines descalza, pues el frío puede estimular la sensación de querer miccionar con mayor frecuencia.
De los 7 a los 9 meses de gestación tu bebé aumentará de peso notablemente, y buscará acomodarse con la cabeza cerca a tu zona púbica, alistándose para el momento del parto.
Es en este punto en donde la mayoría de las mujeres tienen más molestias durante la gestación para dormir, pues el peso de la criatura en el día te producirá cierto dolor en la cintura, además de impedirte reposar boca arriba.
Busca acomodarte de medio lado y acomodar una almohada entre tus rodillas, esto reducirá notablemente la presión sobre la cadera y te ayudará a dormir mucho mejor. De hecho, algunas mujeres sienten cierto alivio al colocar una almohada de muy poco relleno bajo su vientre, así que intenta diferentes posiciones hasta encontrar la que más se te acomode.
Es posible que, si duermes con tu pareja, tengas dos tipos de reacción, la primera, que quieras acercarte más a él buscando su aroma, sus caricias o su protección, o que definitivamente no lo soportes, en cuyo caso es mejor que acomodes un colchón en la habitación, para que no se sienta desplazado y, además, para que esté pendiente de ti, pues puede que estés muy cerca a tus días de dar a luz. Si sufres de reflujo, o acidez durante la gestación, procura dormir hacia el lado izquierdo, con una almohada un tanto alta, pues te permitirá acomodarte mejor. Trata de mantener la calma. Si llegas a sufrir de insomnio, es natural, el temor al parto es normal, pero verás que actualmente los casos complicados no son muy comunes. En lugar de quedarte en cama dando vueltas, busca una actividad que te tranquilice, como leer, en poco tiempo te dará sueño y podrás reposar plácidamente.
